domingo, 8 de julio de 2007

La rama rota.


Vengo de tu jardín de altos aromas, con esta flor que embriaga como un vino. Quizá por eso fue que en el camino me siguió una bandada de palomas.

Y ahora, en mi huerto, en esta entristecida paz del que nada odia y nada ama, me tropiezan los pies con una rama seca y rota, lo mismo que mi vida.

Y, como quien regresa del olvido y se hermana al dolor de otra derrota, pongo la flor sobre la rama rota para hacerla creer que ha florecido.



José Ángel Buesa.

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