El cine
Hola amigos, hoy vengo a sincerarme con todos vosotros y si, me llamo Raúl y trabajo en el cine. Vale, dicho así suena a presentación de Alcohólicos Anónimos, aunque si me dejáis elegir me gusta mas lo de Borrachos Conocidos, pero eso es otro tema…
En fin, eso, que trabajo en el cine, pero no de la manera que todos estáis pensando, no. Seguro que estaréis pensando que soy un actor, guapo, alto, fibrao, que está todo el día tirándose a la actriz potente de moda; o en su defecto que soy un director de éxito de esos que putean a los actores con su perfeccionismo estúpido y que consiguen exitazos de cartelera y eso… pero no, os equivocáis, a ver, si que estoy bueno y soy perfeccionista, pero bueno, que lo que quiero decir es que trabajo en el cine, en el cine del centro comercial de mi pueblo… (Se hace el silencio…) Vale si, ya se que acabo de cargarme el glamour con el que había empezado y vuestras expectativas sobre mi, pero es lo que hay…
Pues si, no soy mas que un vulgar y triste acomodador, aunque mis jefes, en un afán de disimular la tristeza de mi puesto de trabajo decidieron que los acomodadores no seriamos acomodadores sino algo así como mucho mas cool y en ingles con dos cojones: “ushers”. Pero se pronuncia “ashers” (si, los ingleses ya tienen estas cosas…) Que dicho así y sabiendo un poco de ingles… a ver, que se que todo el mundo tiene un nivel de ingles excepcionalmente alto, que la Opening no cerró porque fueran unos timadores ni nada de eso, no, cerraron porque el nivel de ingles en España es tan alto que se quedaron sin alumnos y quebraron, pero contaron lo del timo para que jodiera mas, porque en el fondo estaban ofendidos con este hecho… todos lo sabemos…
Pero eso, que solo por si acaso hay alguno que por cosas de la vida no sabe ingles, ash, literalmente significa ceniza, por consiguiente, ¿un asher que coño es? ¡Coño! ¡Un cenicero! Y si lo miras, así, la iniciativa de los jefes… no se no se, una de dos, o no lo pensaron muy bien, que puede ser… es una posibilidad, o bien lo hicieron para hacer mas sangre aun y humillarnos mas si cabe… que también puede ser…
Bueno, pues eso, que como “usher”, mi tarea según mi jefe consiste en hacer lo posible para que los espectadores que se dispongan a ver una película se encuentren lo mas cómodos posible y ayudarles a hacerles su estancia en el cine mas agradable… ¡Joder! ¡Eso es hacer lo mismo que hace mi madre conmigo! Y el pensamiento de hacer de madre a todo el mundo que viniera a ver una puta peli la verdad es que me da un poco de palo… ¿Que tengo que hacer? ¿Si no se acaban las palomitas amenazarles con castigarles sin salir hasta que no se las acaben todas? O peor aun, ¿volver a amenazarles con que si no se las acaban en el momento, se las pondré para merendar? O ya lo máximo, ¿decirles que no les dejaré salir del cine si no se llevan el chambergo? A ver, tengo que reconocer que ese hecho al principio me frenó un poco y me hizo plantearme si ese curro era el idóneo para mi, ya que aun no me siento preparado para ser padre, y para ser madre… pues como que menos… Pero una vez dentro, una explicación de un compañero de curro, también “usher”, claro, me despejó las dudas rápidamente, porque me dijo: Mira tío, de lo que te diga el jefe, ni caso… (Que hasta aquí pensé, guay, si es así, este curro ya empieza a molar…) y continuó: Nuestro curro consiste en abrir y cerrar las puertas de las salas y cuando haya salido la gente, pasar un poco la escoba y recoger la mierda que deja le gente dentro. ¡Genial! Mi puesto de curro pasaba de ser “cenicero” a barrendero… la cosa cada vez pintaba mejor, sabes…
Porque otra cosa no, pero la gente es cerda… pero cerda cerda… que una vez empecé a currar pensé, deberíamos poner en cada sala un cartelito a modo de aclaración del tipo: “Sres. Espectadores, las palomitas son un alimento que funciona ingiriéndolo, no tirándolo al suelo. ¡Gracias!” Que cada día me dejan el suelo de la sala hecho un cristo, joder! (si, utilizo expresiones de chacha, ¿pero que queréis? Estoy tol puto día con la escoba en la mano y estas cosas pues se pegan…)
Porque esa es otra, vamos a ver… ¿es necesario y repito, necesario o imprescindible en su defecto, comer palomitas mientras ves una peli? A ver, si estas viendo una peli de cine español, pues igual si, ¿no? Para hacer algo útil mientras estás ahí dentro y no tirar el tiempo tontamente, que piensas, vale, esto es una mierda, pero al menos me alimento. Pero joder, que hay películas muy buenas, ¿acaso no es entretenimiento suficiente pasar un par de horitas disfrutando una buena historia, dejar atrás por un ratejo tu aburrida y miserable vida para meterte en otra mucho más apasionante y/o bonita? Pues no, además de disfrutar de eso, es necesario comer las putas palomitas… Si es que en los tiempos que corren, la gente quiere hacer el máximo de cosas posibles al mismo tiempo, y cuantas mas mejor, pero es que así no se disfrutan las cosas… no se, es como si mientras te estas follando a una tía, pues estas viendo un partido de fútbol o jugando a la consola… bueno, a ver, un momento, que planteado así, pues la cosa coge otra perspectiva, ¿no? (se vuelve a hacer un gran silencio…) Como que…
Bueno, que me voy del tema, eso, que todo el mundo come palomitas mientras están en el cine y eso está muy mal. Porque las palomitas, amigos, aunque no lo sepáis, son un fruto del demonio, esta claro que es un fruto maligno del que no puede salir nada bueno. Vamos a ver, que estamos hablando de que una bolita pequeña y naranja, insípida y dura como una piedra, que hay gente que se ha partido muelas intentando morderlas en ese estado (esto es verídico, hay estadísticas que lo demuestran), al exponerla a un calor alto, como las mismas llamas del infierno, de repente, explota y multiplica exponencialmente su tamaño y misteriosamente se convierte en un manjar suave al tacto, de un blanco radiante, esponjoso y muy sabroso. A ver, eso muy normal no es, porque tú coge cualquier otro alimento y exponlo a un calor elevado y ¿que pasa? Pues que se quema y se pone de un negro tizón y hecha una peste a chamuscao insoportable. Y además, la palomita, ese minúsculo ser venido del averno, ¡¡es adictiva!! Que te comes una y estas perdido, hasta que no te las comes todas no hay descanso, una detrás de otra, una detrás de otra y es un no parar. Si hay gente, que se lleva cubos enormes llenos de palomitas y cometen el gran error de comerse una antes de entrar en la sala, que joder, no han llegado a la butaca siquiera y ya han vaciado el cubo entero. Que si a Adán y Eva cuando estaban en el paraíso, en vez de una manzana prohibida, hubiera habido una palomita prohibida, esos aun están ahí metidos y a ver si Dios hubiera tenido cojones de sacarlos de ahí… Que te convierten en un ser insaciable y guloso, que tu eres consciente del tamaño de tu boca, sabes perfectamente hasta que punto puedes abrir la boca para meterte algo dentro… Bueno, especialmente las chicas, aunque en los tiempos que corren, ya mas o menos, pues todo el mundo, los chicos también… Pero aun así, tu abres tu mano hasta el limite del desencaje de los dedos, metes la zarpa dentro del cubo de las palomitas y cual maquina de feria de esas de gancho que intentan pillar un peluche que nunca se pilla, cierras la zarpa y coges unas 150 palomitas cuando en tu boca, de un mismo viaje solo te caben 20 y en un esfuerzo sobrehumano consigues a base de presión meterte 30 y ¿que pasa con las 120 restantes? Pues que se van al suelo y luego me toca a mí pasar con la puta escoba a barrerlas, porque claro, eres un cerdo comiendo, pero no tanto como para comer palomitas que hayan tocado el suelo…
En fin, que a pesar de todo, Dios en el momento de la creación tuvo un detalle con todos los “ushers” del mundo y aunque no pudo evitar que el mismísimo Satanás colocara su fruto diabólico en el mundo, añadió un pequeño toque vengativo que nos hace sentir mejor a nosotros. Y es que, aunque me dejéis el suelo perdido de palomitas que habéis sido incapaces de meteros en la boca, luego os quedarán secuelas chungas, como los labios sequísimos, yagas en las comisuras de los labios y una sed que no podréis saciar aunque os bebáis una garrafa de 5 litros de agua Lanjarón… Ese es el único consuelo que nos queda a unos pobres seres maltratados por el mundo, los “ushers” (alias ceniceros o barrenderos).
¡¡Que disfrutéis de la peli!! Ah si, por cierto, al final, el protagonista se muere… es lo que hay…
¡¡Muchas gracias!!
Raúl Martínez
Raaaaaaaaa que eres la hostia nen, muchas gracias por cumplir mi deseo :D. Petonets Ra-kun.
1 comentario:
Pues la verdad es que es gracioso, aunque tienes que convencerle de que te lo haga delante de una cámara y grabarlo para youtube que seguro que gana mucho.
Un saludo,
Pedro.
Pd: ¡Se hechan de menos tus cuentos!
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