A Mariano.

Desde que te fuiste hace un año, las cosas han cambiado mucho. No hay un sólo día que pase que no me acuerde de ti o que alguien te mencione en mi familia, sobre todo mi padre, ya sabes que es un gran hombre y sabes también mejor que nadie, el alto concepto de la amistad que tiene. Estoy tan orgullosa de él... si le vieras como te echa de menos... como te echamos de menos.



Ellos están bien, aguantando como pueden el palo que les dio la vida, pero no te preocupes, sabes que estamos nosotros con ellos para evitar que se derrumben. Además ellos ahora están más unidos que nunca y eso se que te gustaba.



El Atleti va muy bien este comienzo de temporada, ya me imagino la sonrisa que se te habrá puesto con la noticia. Siempre fuiste un colchonero acérrimo y nunca se lo he dicho a nadie, pero gracias a ti, lo soy yo también.
Hace poco que fui por primera vez al Calderón a ver jugar al Atleti, quería ir antes de que derribaran el estadio, esto no debería haberlo dicho porque seguramente te cabreará como me cabreó a mi, pero la buena noticia es que ese día todos te tuvimos en la memoria y el Atleti ganó por 4 goles al Racing de Santander. Al meter el primer gol mi padre gritó "¡este por Mariano!" y se puso a aplaudir y vitorear el gol como un loco. Mentiría si te dijera que eso mismo no pasó por mi cabeza y apostaría que también por la de mi madre, puesto que la primera y única vez que fue a ver un partido, fue con mi padre, contigo y con ella, la que después fue tu esposa y que es su mejor amiga. Érais inseparables los cuatro...



Hoy es un día triste, es inevitable, te echamos mucho de menos, pero sigo diciendo que hemos tenido la inmerecida y grandiosa suerte de conocerte y de tener tu recuerdo que nos hace desear ser mejores personas, nos hace desear ser como tu. Jamás he conocido a nadie como tu y creo que no lo conoceré porque tu eres único, eres todo un ejemplo de buena persona, buen hombre, de lucha y de optimismo en la vida. Eres grande Mariano... muy grande, por eso nos duele mucho más tu pérdida, porque nunca habrá nadie que sepa lo que significa ser un buen amigo, eso sólo lo sabías tu.



Por eso va por ti mi entrada de hoy, es un homenaje insignificante porque tu mereces mucho más, pero te aseguro que está hecho con todo mi corazón. No nos pierdas de vista desde ahí arriba ¿eh?, que nosotros no lo hacemos desde aquí abajo.




Va por ti.