sábado, 7 de abril de 2012

Random Post de Semana Santa

I. El Viernes estuve en Madrid para ver la procesión de Jesús de Medinaceli. Como todos los años, la cantidad de asistentes supera con creces mis expectativas. Incluso me parece que cada año hay más gente. Llegamos con una hora de antelación, pero ya estaba todo a reventar de gente. Imposible sortearlos a todos, sortear las vallas que había colocado la policía y caminar detrás de la imagen. Otro año será. Al menos pudimos verlo salir, y como siempre, tengo que contener la emoción para no ponerme a llorar como una tonta.

II. Hoy el día ha estado frío en Madrid. Por la mañana han caído algunas gotas. Pensé que iba a estar así todo el día, pero mejoró a medida que avanzaba la tarde. Había quedado para comer y llegué un par de horas antes para buscar en una tienda de ropa, un vestido del que me había enamorado perdidamente al verlo publicado en el Facebook de la tienda, unos días antes. Viendo los cientos de comentarios, pensaba que si no iba pronto a buscarlo, me quedaría sin él. Y no andaba muy desencaminada, sólo quedaban dos en mi talla. Menos mal que lo encontré porque no me apetecía hacer peregrinación por las sucursales de todo Madrid en busca del vestido en cuestión (aunque lo hubiera hecho porque estaba enamorada de él, y por amor se pueden llegar a hacer cosas que uno no pensaba hacer en un principio).
Tras salir de la tienda, comenzó a chispear y decidí meterme en algún bar-restaurante, para resguardarme del frío mientras esperaba que llegara la hora de comer. Por suerte la planta de arriba del local estaba casi vacía y me senté junto al ventanal que da a la plaza de Callao.Y allí, calentita y con mi zumo, veía pasar a la gente. Es curioso las reflexiones que uno hace observando a la gente. Lo fácil que sería todo si la gente fuera por la vida con un cartelito flotando sobre sus cabezas, en el que dijera qué clase de persona es. La de cosas que se ahorraría una... y en el caso de ir buscando pareja, ayudaría mucho que tuvieran corazoncitos flotando. Un corazón por cada compatibilidad. Cuantos más corazones, más compatible es esa persona contigo...
Con tremenda empanada mental, tenía que escribirla en algún lado para que al regresar a casa, pudiera reproducirla en mi Random Post tal y como se me ocurrió, porque estaba claro que era digna de aparecer en este post. Así que rebusqué en mi bolso un bolígrafo y un papel, el cual, era el reverso de la fotografía del vestido (del que me había enamorado) y que había impreso en mi casa, por si tenía algún problema para encontrarlo al preguntar por él. Y ahí, en la parte de atrás, me puse a escribir desvaríos y más desvaríos sin sentido, múltiples paranoias maleniles mientras miraba a la gente pasar y esperaba que el reloj marcara la 1.
El día mereció la pena, tengo que decir. No tengo ninguna queja de nada, ni siquiera del frío que hacía. Y a pesar de que he estado muy a gusto con la compañía, quería regresar pronto a casa porque hoy es el cumpleaños de mi padre y no le había visto esta mañana antes de salir de casa. Además le llevaba un regalo y quería dárselo cuanto antes, porque sé lo mucho que le gustan las pipas garrapiñadas y no podía esperar para ver su sonrisa cuando le dijera que le había traído un regalo y le entregara las dos bolsas que le había comprado.
Estoy agotada, con el frío en los huesos, pero bastante contenta por todo. Además apenas he fumado dos cigarros y tengo el paquete prácticamente entero desde esta mañana que lo compré... vamos progresando.

III. Últimamente he estado un poco en las nubes y no me he centrado en lo que debería. Se me ha acumulado mucho correo por responder y ya me han reclamado, con toda la razón, que aún debo la entrada de las reformas de mi cuarto. Prometí que cuando terminara la Semana Santa lo publicaría y eso es lo que haré.

IV. En uno de los días de esta semana que he estado en las nubes, hice limpieza de cajones en mi cuarto. Tiré muchas más cosas de las que pensaba que iba a tirar y eso para mi es un logro. Soy de esas personas que guardan chorraditas varias de recuerdo y luego no encuentro donde apilarlas todas. Por desgracia para mi, encontré varios preservativos que ni me acordaba que estaban ahí. Habían caducado el año pasado. La verdad es que no sé si me dio más rabia que caducaran sin haberlos dado uso por el gasto de dinero a lo tonto que supone, o el tiempo que hacía que habían caducado y todavía ni cuenta me había dado... ya se ve que no le doy mucho uso, no.
Lamentablemente, me puse a recordar el momento cuando los compré, hace más de 3 años. Y eso me llevó a recordar a la persona con quien pensaba compartirlos. Fue algo extraño porque me sentí rara. No es que no tenga claros mis sentimientos hacia aquella persona, porque si me pongo a pensar en él me siento fría e indiferente, igual que si estuviera sentada en un banco de mármol del parque mirando hacia ningún lugar en concreto. No es el sentimiento ese que se te despierta de repente cuando no has cerrado esa página de tu vida y aún queda algo dentro de ti que ha sobrevivido al tiempo, al infierno de la ruptura y al desorden de la memoria. Y ya ni siquiera es ese sentimiento de reproche, o resentimiento contigo misma que te queda cuando ves lo tonta que fuiste y lo ciega que estabas. Más bien, es el recuerdo del sentimiento lo que me puso así. El recuerdo de lo que yo sentí por él. No sé si alguien me entenderá, ni si me he explicado con claridad, pero ahí queda escrito.

V. Me he tirado un par de días con dos moratones en la barbilla. Cuando tienes la piel tan sensible y la circulación tan delicada como la mía, es lo que te puede pasar si presionas y arrastras con un algodón para hacerte una limpieza de rostro. Todo el mundo se piensa que hice la misma fuerza que Hulk, pero nada más lejos de una ligera presión. El resultado es el mismo que si me hubieran partido la cara.
Ahorrando un poco he conseguido comprar una crema en la farmacia para mi problema de piel sensible, con rojeces, rosácea y cuperosis. Llevo un par de días usándola y ya me noto mejoría. Mis mejillas van abandonando el modo Heidi poco a poco, y es que no hay nada como un producto profesional para un problema de piel específico.

VI. Qué rabia cuando me he enterado que Urban Decay va a descatalogar una sombra de ojos que estaba en mi lista desde hace mucho tiempo. Es morada... es preciosa.... lástima de los 18€ que cuesta y que ni siquiera tengo para comprarla antes de que la retiren para siempre.

VII. Me disperso, me disperso y me disperso....

VIII. En fin, tengo mogollón de cosas pendientes. Espero darles salida prontamente.

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