lunes, 2 de enero de 2012

Ese gato tiene razón

—Ese gato tiene razón al mirarme con recelo. Le odio. Le odio tanto… y él lo sabe. Lo veo en sus ojos cuando se pasea delante de mí y me mira con desprecio, cuando se sienta sobre el regazo de Mary para que le acaricie mientras me mira fijamente restregándome su triunfo. Ese maldito gato no conseguirá robarme el cariño y la atención de Mary, ella es mía... ¡SÓLO MÍA!. La conocí mucho antes de que ese gato entrara en nuestras vidas, y por aquel entonces éramos tan felices los dos… ese gato se ha dedicado a hacerme la vida imposible desde que lo trajeron envuelto en una manta, empapado y tiritando. Nunca me han gustado los gatos, pero ya que íbamos a compartir espacio, quise acercarme para darle la bienvenida. Él me lanzó un bufido seguido de un zarpazo al que pude esquivar de milagro. A partir de entonces, no hemos dejado de odiarnos ni un segundo. Y cada día que pasa le odio más… le odio tanto que podría matarle yo mismo. Sí, podría matarle yo mismo... Y algún día lo haré, le mataré con mis propias manos. ¡Oh, sí! Ese día disfrutaré tanto cuando le vea agonizante, cuando le arranque la vida de un mordisco en la yugular. Cómo disfrutaré ese momento, lo saborearé lentamente junto con su sangre mientras mis colmillos aún están hundidos en su carne. Y entonces todo volverá a ser como antes, Mary y yo, solos de nuevo, como siempre debió haber sido…
—Vamos, Toby. Es hora de tu paseo —dijo Mary mientras se acercaba a la caseta de su perro. Mary se fijó en que el comportamiento de Toby era muy extraño. Normalmente, siempre que él la veía aparecer con la cadena, ya sabía que era la hora de su paseo y se abalanzaba sobre ella moviendo la cola frenéticamente. Sin embargo, esta vez, parecía no haberla visto ni oído. En lugar de ello, tenía los ojos fijos en el gato, quien dormía plácidamente sobre la alfombrilla de la entrada.



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*No estoy muy conforme con lo que ha salido esta semana, pero bueno. Quería escribir algo rápido porque no dispongo de mucho tiempo. Al principio, sólo podía escuchar al gato de Alicia en el país de las maravillas enloqueciéndome para que escribiera sobre él, pero todavía no es su momento... en lugar de eso me puse a pensar en gatos, y más gatos. Con lo mal que me caen los gatos... y ahí fue donde surgió la idea. Después de todo, siempre he simpatizado más con los perros xD.

9 comentarios:

Rebeca Gonzalo dijo...

Pues a mí me ha gustado y con permiso de Niobiña (a mí la frase me parecía muy complicada). Inicialmente he pensado que él era la pareja de la chica je, je.

Muy divertida la foto.

Charlie P. Raven dijo...

Yo también pesé lo mismo. Pero me gustó el giro del final. Creo que veo la frase igual de complicada... y eso que adoro a los gatos

Jan Lorenzo dijo...

Joooo, no es tan complicada, simplemente es un poco diferente y eso consigue que salgan relatos mucho más fantásticos... Al menos los que voy leyendo me están encantando.

Bien, ahora me pongo con el relato... Que angustias he pasado, te lo digo en serio, yo tengo dos bichines peludos, que sí, a veces los mataría, pero que si les pasa algo, yo voy detrás e ir leyendo como ese perrico disfrutaba imaginándose la terrible muerte del micho ufff, que mal jajajaj. Eso sí, hasta que leí lo de morderle la yugular, también pensé que era un novio peculiarmente celoso de un animal XD

Besines de todos los sabores y abrazos de todos los colores.

atenea dijo...

Pues yo también pensé lo del novio!! Y es que iba pensando en tu historia y la mía y me hacía gracia que lo fuera jajaja Casi me he llevado una decepción al ver que era un perro xDD

Diga lo que diga Niobiña, la frase era muy complicada!! y digas lo que digas tú, te ha quedado genial :D

Muuua!

Malena dijo...

Me alegra ver que me salió bien la jugada al despiste. Era precisamente lo que pretendía, recordad que puedo controlar vuestras mentes xDDD.

Voy fatal de tiempo, pero os leeré, lo prometo.

Gracias a tod@s!!!

wannea dijo...

jajajjaja un relato cortito pero muy divertido, ¿vendrá de ahi las peleas de perros y gatos? puede ser, bessos!

Pugliesino dijo...

Que bien ocultas en la narración la identidad de quien expresa tal odio al gato.
Apreciando todo aquello que pasa inadvertido para ella y que ellos, el perro y el gato, observan bajo el prisma de su instinto natural y animal, por lo que nunca sería un asesinato :)

Me ha encantado y te ha salido genial!

Jara dijo...

Pues mira yo me imaginaba que la historia iba de animales,pensé que era otro gato.

A veces de lo que menos esperas es de lo que más sale.

Sencilla pero has salido bien del paso.

un saludo

Hell dijo...

A mí también me ha dado la impresión que el que narraba la historia era la pareja de la chica. Y mira por donde nos has sorprendido con el final.
Personalmente, me ha gustado la idea y la forma de explonerla. Si tú crees que ha sido algo precipitado y sin tiempo a reflexionar... a mí me parece que, a veces, cuando "trabajamos" bajo presión, las cosas sólo pueden salir de dos maneras: bien y mal. Y a ti no te ha salido mal, aunque lo pienses. ;)
Y ahora... entre perros y gatos, te voy a contar un secreto (que dejará de serlo): cuando era más joven, mi tía tenía un gato que no nos podíamos ni ver. Una vez el gato se coló en mi casa y se escondió bajo los butacones de la habitación de mis padres. Cuando intenté sacarlo de allí, se me lanzó a la cara y, si no hubiera puesto la mano delante, ahora mismo llevaría un ojo de cristal. Me dejó una cicatriz al lado del ojo y en todo lo ancho de la mano.
¿Sabes que hice?
Me compré un boxer. y aún recuerdo la cara de mi tía cuando tuvo que ayudar a subir al gato por el patio de luces, porque tenía dos opciones: o acabar saltando al vacío, o acabar entre la máquina de triturar que tenía mi perra en la boca.
Suena cruel, sí, pero me hubiera enfadado más si me hubiera arrancado el ojo!
Por cierto... me encanta tu relato, pero no me gustan los gatos. ;)

Hell.