No podía haber sido más acertada mi elección, al principio simplemente jugaba al trivial y eso me ayudó a mantener mi mente ocupada en otras cosas, pero cuando vi que la gente que había daba muy buen rollo al canal, comencé a introducirme en ese mundo, a relaccionarme con los demás trivialeros, hasta que llegó un punto en el que ya no entraba sólo a jugar, sino que entraba por la gente, y aunque había de todo, como en la vida y en la calle, la mayoría de las personas con las que he tenido el gusto de compartir horas en el canal, merecen la pena.
Tanto es así que entre estos trivialeros encontré a los que hoy en día son mis mejores amigos, y nunca le agradeceré lo suficiente al canal el haberme dado la oportunidad de conocerlos.
Muchas cosas han pasado desde entonces... gracias a mis amigos superé aquel trance (sabéis que no podía haberlo hecho sin vosotros), conocí a gente estupenda a la que después conocí en persona y me parecieron mucho más estupendos todavía, y conocí algunas de las mejores cosas que me han pasado. Hubo gente que se marchó y no volvió, hubo gente que se ausentó un tiempo para regresar después y a la que siempre me alegra volver a ver, y a pesar de todo yo me sigo acordando de todos y cada uno de ellos. Claro que también hubo malo, gente mala la hay en todas partes, pero lo bueno es tan grande que eclipsa lo demás, y no puedo más que dar gracias por ello.
No sé que habría sido de mí (bueno en realidad sí lo sé, pero prefiero no pensarlo) si no les hubiera conocido.
Sabéis que os tengo aprecio sincero a todos mis niños del trivial y sabéis que os agradezco muchísimo las horas que me habéis dado en todo este tiempo.
A mis niñ@s del matojo deciros que yo no habría podido soñar mejores amigos que vosotros: mi arañita, mi duttina, mi bai, mi cereal favorito y mi yo... os quiero más de lo que puedo expresaros con palabras.
GRACIAS por haberme salvado, en todos los sentidos en los que se puede salvar a una persona.