peli de boxeadores que ganan el último combate en el último segundo, estaba equivocada.
La película cuenta la historia de Frankie Dunn (Clint Eastwood), un viejo entrenador de boxeo atormentado por problemas familiares y viejas espinas que subsiste entrenando en su gimnasio a jóvenes promesas enseñándoles todo lo que sabe, incluida su máxima: protégete siempre. Un día, una muchacha le pide que la entrene, pero Frankie no entrena a chicas. La determinación y la obstinación de Maggie Fitzgerald (Hillary Swank) la llevan a inscribirse en el gimnasio de Frankie para entrenarse día y noche y conseguir que él la acabe entrenando a regañadientes. Sin embargo, la relación de ambos se hace cada vez más estrecha hasta que se ve puesta a prueba por un duro golpe. Y hasta aquí puedo leer...
En cuanto a aspectos más técnicos, huelga elogiar a Clint Eastwood y Morgan Freeman, todos sabemos a estas alturas de sus carreras lo que son capaces de hacer. Pero en esta ocasión Eastwood se pone también detrás de las cámaras para dirigir, con muy buena maña todo hay que decirlo, esta pequeña delicia.
últimos 10 minutos (melón, te la cargarás por esto que tuve que ir después a currar y no veas que papelón el mío con las gafas de sol puestas). Me ha parecido una historia genial sobre la vida y la lucha por un sueño.
La peli es un compendio de frases estupendas, de esas que se pueden aplicar a la vida cotidiana, pero yo sin duda me quedo con dos: la que encabeza esta entrada y "mo cushla". Por fin sé lo que significa.
Eastwood, Freeman y Swank.
Maggie, nauseabundamente detestables.
Nota: un 9 altísimo :P.
1 comentario:
Una pasada de película, yo cuando la vi me impacto. Muy cruda y descarnada, pero merece la pena verla sin duda alguna.
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