martes, 8 de marzo de 2011

Me muero de dolor ¡que alguien me traiga drogas duras!

Después de un día larguísimo en el que me han tenido de un especialista a otro durante toda la santa mañana hasta llegar al cirujano (con cabreos de los doctores incluidos que no entendían por qué el especialista antecesor me derivaba a su consulta, mientras yo parpadeaba ojiplática), por fin está hecho. Exodoncia y extracción. Espeluznante experiencia sentir la presión en todo el paladar al tirar de tu muela que está sujeta por un tornillo a tu encía. Creí que se me rajaba entero.
Espeluznante sí, pero no tanto como el dolor indescriptible que tengo ahora mismo en toda la boca. Tortilla de nolotiles y a la cama, no quiero saber absolutamente nada hasta que vuelva a abrir los ojos.

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