Un 10... por mucho que mire y remire el examen de arriba a abajo, todavia estoy en shock y no lo asimilo... un 10...
Me he esforzado tanto... me ha costado tantos sufrimientos...
Mientras lloro como una idiota, a la vez me río de pura felicidad... 5 años de sufrimiento persiguiendo un sueño... Lo he conseguido.
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"Ya está... lo he conseguido" me digo mientras miro el examen y las lágrimas ruedan por mis mejillas...
No ha sido fácil, pero aquí estoy. Me lo he dejado todo para llegar hasta aquí y no puedo estar más feliz, ni orgullosa de mi misma. Han sido días duros en los que he trabajado muy duro para conseguirlo. Pero ya está, lo he logrado...
Con todos los examenes aprobados, los trabajos de clase y la planificación de una programación, estoy tocando mi título de Cuidadora Infantil con la punta de los dedos.
yo... yo... No puedo ser más feliz.
Quedan aún dos días de clase que voy a disfrutar como si no hubiera un mañana. Sin presión, sin nervios... solamente disfrutándolo hasta el último minuto.
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En otro orden de cosas, el viernes acudí a la boda de mi primo Javi y Alberto, su pareja. Fue un momento muy especial. Me emocioné con la emoción de la pareja que no pudo evitar que se le quebrara la voz mientras intercambiaban sus votos matrimoniales. Siempre que acudo a una boda y veo brillar los ojos de los novios, vuelvo a creer que el amor todavía no se ha erradicado de la faz de la tierra. De nuevo todo era felicidad y de nuevo yo volví a percibirla en el ambiente.
Más tarde, como era viernes y tenía que ir a clase, tuve que abandonar la fiesta por unas horas para cumplir con mis obligaciones. Me daba un poco de vergüenza ir a clase de punta en blanco, maquillada y con mis flores en el pelo, pero estaba tan feliz que cuando saludé a Luis (el conserje, amiguete nuestro y majísimo el hombre) quien me echó un bonito piropo, crucé la puerta del aula y vi a mi Carmen y a mis niñas, ya nada me importó. Ese día, además, Carmen llevó empanada y una tarta de chocolate para celebrar su santo con nosotras. Yo de verdad no sé qué me hizo más feliz, si la boda de mi primo o el día de clase con mis niñas. La verdad que fue un dia emocionante y lo recuerdo como uno de los días más felices que he tenido.
A las 9 de la noche salí de clase y regresé a la fiesta . Tuve que abandonarla a las 3:40, sin darme tiempo a comer más que unos canapés, pero cuando regresé ya habían arrasado con todo y no quedaba nada, pero no importó. Ya pude comer en el "recreo" de clase con lo que Carmen trajo y lo que Mamen, una de mis compañeras, aportó. Tan maja que preparó unas medias noches especiales para las que tenemos que comer sin sal y lo remató trayendo fruta sana para las que además estamos a dieta. Todo un detallazo.
Así que regresé a la fiesta cuando las copas de más ya habían animado el cotarro xD.
Además de todo, vencí a un viejo fantasma que no había conseguido vencer en 28 años... y sí, tenía razón mi hermano... me sentí mucho mejor.
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Por otro lado, el lunes fue el cumple de mi madre y eso sólo ya es motivo para estar feliz. Un año más que cumple a nuestro lado gracias a Dios, y esperando que sean muchos muchos más.
La familia vino el sábado a celebrarlo, así que tuve que hincar bien hincados los codos durante el domingo y el lunes. Por eso lo cuento todo ahora así de rapidito, porque el tiempo que he tenido lo he invertido en estudiar y no he pasado por el ordenador más que lo necesario para preparar el trabajo de programación que tengo que entregar mañana, y que todavía no está completo. Así que con ello me pongo ahora mismo :)
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