jueves, 21 de julio de 2011

Graduación y fin de curso

Graduación y fin de curso. En una palabra: INOLVIDABLE.
¿Sabéis qué?, llevo 5 años luchando por alcanzar mi sueño de ser maestra y graduarme en la universidad, pero os juro que no cambiaría la graduación de hoy, con mis niñas Cuidadoras Infantiles, ni por 10 graduaciones universitarias.

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He mantenido el tipo, me ha costado, pero he logrado controlarme y no ponerme a llorar como una magdalena. Ahora, en mi casa, reviviendo los recuerdos y los buenos momentos, y pasando las fotos al pc, es cuando me ha dado un poquito el bajón. Lo echaré de menos. Echaré de menos a Amanda y su interminable buen sentido del humor. A Raquel y su "Perdona bonita" junto con los ataques de risa que nos daban a las dos. Echaré de menos a Conchi y su "¿Punto y aparte?". A Gema y su especial y único vocabulario "Ana de los ojos verdes, Lola la exploradora, la coreografía y su lulu luz". A Mamen (sin niño) y sus anotaciones al margen junto con su inteligente sentido del humor. A Emi y sus historias. A María Ángeles y su alegre risa contagiosa. A Cynthia y su estilosa forma de ser junto con sus divertidas historias. A Mamen (con niño) y sus tronchantes ocurrencias. A Carmen y su excepcional e inspiradora forma de ser... A Jasón, A Luis... esas sesiones de apuntes que volvían loca a Carmen y recurría a su pelo-lazo cuando ya no podía más...
Lo echaré todo de menos, y echaré de menos compartir las tardes con mis niñas y con Carmen. ¿Ahora qué voy a hacer todos los días de 4 a 9? Echarlas de menos, seguro.

Hoy ha sido un gran dia. Emocionante, con alegrías y tristezas. INOLVIDABLE en una palabra. Tras varios días de preparar nuestra graduación, porque no hay duda de que nos merecíamos una, de fabricar nuestros propios birretes, nuestras togas, nuestras bandas y nuestros diplomas; hoy por fin ha sido el gran día. Hemos decorado la clase con globos, serpentinas, cadenetas, carteles y nuestras ilusiones y alegrías.
Hemos hecho una ceremonia de graduación con todos los honores, Carmen nos iba entregando los diplomas, la abrazábamos y la dábamos dos besos mientras las demás compañeras aplaudían, nos hacíamos una foto con ella y seguidamente nos ha entregado una medalla al mérito hecha de chocolate y envuelta en oro (que ella misma nos había comprado para todas sorprendiéndonos con este último detallazo por su parte) y nos ha dicho por qué mérito nos merecíamos la medalla mientras nos la ha puesto ella misma. A mí me ha correspondido el mérito de "Por tu buen carácter y tu infinita, infinita paciencia". Después, cuando todas habíamos recibido nuestros diplomas, nuestras medallas, habíamos cambiado de lado la borla del birrete y con la bendición de nuestra Carmen, por fin nos habíamos graduado. Sorprendiéndo nosotras también a Carmen, y siendo yo la portavoz, le hemos entregado dos diplomas hechos por nosotras mismas. "En nombre de todas mis compañeras y en el mío propio, creemos que tú también te mereces un diploma" le he dicho mientras le entregaba sus diplomas, que ha leído absolutamente encantada y risueña, tras lo cual le he vuelto a dar un abrazo y un par de besos.
Ahora sí, todas éramos graduadas, y ha sido el momento de que yo gritara "Ahora síiiii" dando la señal a mis compañeras para que todas nos quitáramos el birrete y lo lanzáramos por los aires entre vítores. Absolutamente inolvidable.
Después hemos pasado a la fiesta de graduación propiamente dicha, es decir, a la degustación de los canapés y demás bebidas que habíamos preparado entre todas, mientras sonába música en el reproductor de cd. Yo había llevado una botella de mojito Cacique para "mojarlo" con algo de combustible xD, que por cierto, ha volado en un abrir y cerrar de ojos. Las risas, la alegría, las maratonianas horas de estudio, las noches de angustia pre-examen, las horas realizando trabajos y la hermosa experiencia, han sido las protagonistas absolutas de la satisfación del esfuerzo.
Cuando Carmen ya no esperaba que la sorprendiéramos más, lo hemos vuelto a lograr. Le hemos entregado un regalo muy especial, hecho por todas nosotras (bueno, hecho por Mamen sin niño, pero con todo nuestro apoyo moral, que ha sido muchísimo debido al trabajo que ha costado realizarlo y a los problemas que le ha dado a la pobre Mamen). Se trata de una bola de nieve personalizada (ya que todas sabíamos de su afición por coleccionarlas), en la que le hemos dedicado unas palabras a Carmen y hemos firmado todas en la base de madera. La cara que ha puesto y la ilusión que le ha hecho, no tienen precio.

"El profesor mediocre, dice. El buen profesor, explica. El profesor superior, demuestra. El gran profesor, inspira. Gracias por ser nuestra inspiración, Carmen".

A medida que la tarde fue pasando, algunas compañeras se fueron marchando  antes del término "oficial" de la última clase. Nos despedimos de ellas y las que quedabámos, seguimos disfrutando de la fiesta. Después Jasón también obtuvo su regalo hecho por nosotras "un caballo de cartón" con un significado que siempre nos provocará una sonrisa a todas nosotras. Luis, el conserje, amiguete nuestro al que hemos cuidado y nos ha cuidado recíprocamente, también ha pasado a nuestra clase para tomarse algo con nosotras por expreso deseo nuestro.
Y más tarde, los mojitos, la alegría y las risas se han encargado de amenizar las últimas horas de la tarde, en la que ha habido hasta pase de modelos absolutamente tronchante.
Cuando ha llegado la hora de poner fin a la fiesta, al día, a la clase y al curso, ha sido el momento de mayor "encogimiento" de estómago que he tenido. Mientras limpiábamos y recogíamos el aula, he tratado de no pensar mucho en el momento. De la misma forma que he tratado no pensar mucho durante el emocionante momento de la despedida, los besos y las lágrimas incontenibles de Raquel. Emocionante, sí, me ha costado controlarlo y si no hubiera sido por un leve temblor de labio, hubiera logrado "hacerme la dura" muy dignamente (aunque bueno, hacerme la dura yo, qué tontería, con lo sensible que soy yo... pero bueno, no me agrada demasiado dar muestras tan visibles de mis debilidades, por eso he tenido que poner esa fachada).
"Ha sido un placer" he sentenciado mientras me despedía de mis compañeras y de Carmen, al mismo tiempo que las abrazaba cálidamente para que pudieran percibir que mis palabras salían del corazón.
Y en el último momento, cuando parece que nos resistíamos a abandonar el recinto y caminábamos despacio por el aparcamiento en dirección a la salida, ha habido más abrazos y más besos y no he podido evitar volver a achuchar a Raquel que lloraba desconsolada y tratar de animarla (sí, en el fondo me pueden las emociones y no puedo durar mucho tiempo luchando contra ellas):
"Raquel, que no nos vamos a la guerra, ni nos vamos a morir!!, que nos vamos a seguir viendo"
"Ya, pero me váis a olvidar"- Responde Raquel absolutamente achuchable con los ojos inundados de lágrimas.
"¡¿Cómo te vamos a olvidar?!. no seas tonta" le digo al mismo tiempo que la achucho por última vez y le doy un besazo.
"Muchas gracias por todo"- me repetía con la voz entrecortada.
Creo que hemos alargado la despedida hasta el último segundo que se podía alargar. Éramos más de una la que no quería que se acabara esto. Pero todas las cosas tienen su ciclo y han de empezar y terminar para que nosotros podamos continuar y seguir creciendo. Nos echaremos de menos, dará penilla un par de días que serán los peores y  más recientes, pero como reza mi nueva filosofía, hay que ser positivas. Nos hemos llevado lo mejor del curso: a Carmen, las compañeras, la experiencia vivida, el trabajo recompensado y el título de Cuidadoras Infantiles. Es que más no se puede pedir ya.

Y en cuanto a mí, qué voy a contar que a estas alturas no se sepa. Que estoy absoluta y completamente feliz. Me llevo tantas cosas... tanto aprendido... que además de hacerme crecer como profesional, me han hecho crecer como persona.
Dicen que sólo una vez en la vida, uno tiene la fortuna de encontrarse con un gran maestro que toca tu vida y abre tu mente. Yo he tenido la fortuna de conocerla, se llama Carmen María y es una profesora y una mujer excepcional. Y realmente ha llegado a inspirarme en muchas cosas, tanto profesionales como personales, y esas cosas nunca se agradecen lo suficiente. Me has enseñado tantas cosas, Carmen... has cambiado mi mente de tal forma... que no sé cómo agradecerte tanta generosidad. Únicamente puedo guardarte un pedacito de mi corazón sólamente para tí, espero que te parezca confortable porque vas a pasarte ahí el resto de la eternidad :).




He aquí mi birrete exclusivo de la prestigiosa diseñadora "Mamen con niño", y mi diploma hecho por nosotras mismas. Lo dicho, ¿Quién podría cambiar esto por un birrete y una toga de alquiler y un trozo de papel con la firma del rector? habría que estar loco.

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