martes, 12 de marzo de 2013

Random post: sobreviviendo a la celebración de mi cumpleaños

I. A 48 horas de entrar en el club de los trigésimos terceros, sigo de una pieza. Este año ha sido taaan rara la celebración de mi cumpleaños...
El sábado pasé el día entero con K. Comimos en un restaurante ruso al que lleva queriendo llevarme mucho tiempo. Todo bastante bueno, tengo que decir. Yo pedí Blinis, ternera Stroganoff y un Kisel de postre (crema de frambuesas: bebida y postre típico ruso). Hablamos durante toda la comida para ponernos al día porque hacía varios meses que no nos veíamos. Mientras, pedimos una botella de vino blanco seco, que es el que a ella le gusta, para acompañar la comida. No estoy acostumbrada a beber vino blanco seco y pronto noté los calores subiéndome por las mejillas. Finalmente, rematamos el postre con un cóctel llamado Natasha, que aquello era una bomba mortal alcoholizada. Ninguna pudimos dar más de 5 sorbos.
Recuerdo especialmente cuando una de las veces propuse un brindis, pero como yo no sabía bien como se dice "salud!" en ruso, solté lo primero que se me pareció a algo ruso:
-Swarovski!- dije alzando la copa. Y las dos estallamos en risas
-Nasdrovia!!- respondió K, porque de hecho, ella sabe hablar ruso
-...Nacha... mmm... eso!!!- repetí yo y ambas volvimos a reír desenfrenadamente.

Después de la comida que se prolongó bastante, fuimos a su casa a recoger una maleta de cabina que me va a prestar para el viaje a las Azores, porque yo no tengo maletas pequeñas y tendríamos que facturar mi equipaje, con el consiguiente rollazo que supone esperar colas para ir y volver, además de para recogerla en la cinta transportadora. De su casa, salimos en dirección a un bar, donde nos quedamos el resto de la tarde, bebiendo Amaretto sour (que consiste en mezclar Disaronno con zumo de limón, azúcar y mucho hielo picado). Es tan curiosa la mezcla del licor de almendras amargas con zumo de limón, que la mezcla resultante acaba sabiendo a piruleta de cereza. Es una de nuestras bebidas favoritas...
El caso es que perdí la cuenta de los Amarettos que nos bebimos entre conversaciones de temas dispares y risas contagiosas a ratos. Cuando salimos del bar, las dos íbamos en ese punto gracioso y loco que precede al emborrachamiento.
-¡Este es el mejor cumpleaños de mi puta vida!- grité en una ocasión y nos doblamos de la risa, esa risa que no puedes parar hagas lo que hagas. Cantamos cosas que no recuerdo mientras emprendimos la vuelta a su casa, porque yo quería dejarla en casa para quedarme tranquila y luego me regresaría a la mía. O ese era el plan inicial, porque tras un percance, tuve que quedarme a dormir con ella en su casa. Me lo ahorraré porque quiero olvidarlo, así que lo único que voy a decir es que dormí poquísimo y encima el dolor de cabeza por la resaca no me permitió conciliar bien el sueño de esos pocos ratos que dormí.
A las 7 de la mañana del domingo ya estaba en pie, tomándome una aspirina y prometiéndome que no iba a volver a beber más. Después emprendí la vuelta a casa como una auténtica figurante de The Walking Dead. Llegué a casa, dormí un par de horas y me levanté porque vino la familia a celebrarlo. Se fueron como a las 23h y juro que no sé cómo resistí hasta ese momento, porque yo ya no era un zombi, era un cadáver directamente.
Sin embargo, en vez de irme a la cama, me quedé un rato charlando con mi amigo Gerardo. Conversación memorable por el ametrallamiento de paranoias que fui capaz de soltar en todo ese rato ajajaja. Fue bastante interesante la verdad, porque todo transcurrió en ese punto en el que no sabes que estás más, si borracha o adormilada, y todo te hace gracia a un nivel distinto.
En fin, creo que calificaré mi trigésimo tercer cumpleaños como "el mejor y el peor cumpleaños de mi vida"

II. Poco a poco voy conociendo más detalles sobre el viaje a las Azores. De momento, ya sé que vamos a visitar unos lagos de aguas termales calientes y que una de las noches visitaremos un restaurante típico portugués y beberemos vino de Oporto. Hoy me acabo de enterar que la vuelta será el lunes en vez del domingo por una huelga de la compañía aérea, sin embargo, eso es mucho más bueno que malo.
-Nos quedamos un día más pagando lo mismo y encima me preguntan que si acepto!- exclama K cuando me cuenta la conversación con la agencia de viajes. Las dos nos reímos de la ocurrencia.

III. He estado mirando la posibilidad de adquirir una tablet con el dinero que me han dado por mi cumpleaños, así que ando de tienda en tienda comparando precios para encontrar la mejor oferta. Evidentemente, no quiero gastarlo todo en eso, quiero que me sobre al menos la mitad para poder llevar algo a las Azores, así que tengo que visitar muchas tiendas y comparar todas las ofertas posibles.

IV. Ayer me levanté de un buen humor que ni yo me lo creía. Imagino que el hecho de haber dormido 10 horas para recuperarme de la celebración post cumpleaños, tiene todo que ver en ello. No obstante, me doy cuenta de que cada vez aguanto menos estas juergas y de que necesito más tiempo para recuperarme de ellas. Es que una ya tiene una edad...
Supongo que nos lo tomaremos con más calma en el viaje de Semana Santa, porque sino, voy a necesitar unas vacaciones para recuperarme de las vacaciones jajaja.


4 comentarios:

GzJosé dijo...

Definitivamente muchísimo mejor cumpleaños que el mío, ¿Y qué es eso de que cada vez aguantas menos esas salidas? si tú misma dijiste que a los 33 se empieza a vivir jajaja...
Me alegro de que lo hayas pasado bien

Malena dijo...

Porque no tiene nada que ver la edad física con la edad espiritual. En mi caso van desacompasadas, soy una jovencita de 22 en un cuerpo de cincuentona jajajaj

Mejor cumpleaños que el tuyo? y eso?

Me alegra que te alegres :)

GzJosé dijo...

El mío sólo fueron unos cuantos abrazos y unos postres, no me quejo, siempre tenemos celebraciones sencillas en mi familia...

Malena dijo...

Abrazos y postres... a mi me parece igual de bueno que el mío