viernes, 1 de marzo de 2013

Dentistas y Mr Hyde

Esta mañana me ha costado levantarme. Tenía cita en el dentista y el terror psicológico no me ha dejado dormir bien. La cita con la dentista no era nada del otro mundo en principio: revisar un empaste que me había hecho hace un par de meses porque seguía sintiendo sensibilidad al frío en esa zona. Beber cualquier cosa que no estuviera caliente era doloroso y no he querido seguir aguantando. Al final, como siempre, mi desgracia con el tema dental es épica. Tenía una pequeña fisura entre el diente empastado y el contiguo, y estaba afectando a ambos dientes. En el puñetero sitio más difícil donde podía producirse el problema, ahí se ha tenido que dar.

Me cago en todo. 
Respiro hondo.
Retomo el control de la situación.
Me vuelvo a cagar en todo por última vez antes de empezar con el torno dental.


Tengo la mitad de la lengua aún dormida y es una sensación tan rara que es curiosa. Tocarte una parte de tu cuerpo que no sientes pero que a la vez estás notando con tu tacto, es una sensación bastante extraña.
En fin, la semana siguiente tengo que volver, pero no pienso pensar en ello hasta la noche anterior en la que me pondré frenética de nuevo y tampoco podré dormir bien. Bucle, bucle infinito, lo sé.

En honor a la verdad, tampoco es que anoche me acostara muy temprano para poder descansar bastantes horas. Estuve hablando con Jekyll, aunque esta vez me encontré con Hyde. Siempre me pasa lo mismo, me enfrento con cierto miedo al momento en que aparece, porque no sé de qué humor estará hoy. Eso me produce cierto nivel de estrés que no me hace mucha gracia. 
Como ya he dicho, esperaba encontrarme con Jekyll pero, para mi sorpresa, al final resultó ser Mr Hyde. Ni rastro, ni referencia alguna a la situación del último día, oiga. Me saludó bastante normal, respondía con verdadera intención de mantener una conversación, y hasta me compartió varios vídeos de Youtube en clave de humor, que él sabía que me harían reír porque conoce mi gusto humorístico....

..... ¿?........

En serio, no puedo con estas transformaciones radicales. Mi mente no es capaz de procesarlas en tan corto espacio de tiempo. 

Supongo que es su manera de disculparse por lo del otro día, o al menos así lo interpreté yo. No quise remover el tema y lo dejé correr, pero que conste que mi primera intención, era hablar sobre el tema porque no me gusta nada dejar correr cosas así. Al final todo crece como una bola de nieve y pa que queremos más. Hablar las cosas siempre es lo mejor. Aunque ni siquiera sé por qué estoy haciendo tantas concesiones con él, la verdad. Supongo que en el fondo no me apetecía que la situación volviera a terminar enfrentándome con Jekyll, porque en estos momentos no tengo ningunas ganas de ponerme a "discutir" y estoy agotada para el esfuerzo que me supone. Así que lo dejé correr sin más. Nos reímos con los vídeos y todo iba bien hasta que volvió a torcerse la cosa....

¿He dicho ya que éste es el mayor ejemplar de Jekyll y Hyde con el que me he enfrentado jamás?
Me chupa la energía, en serio... 
Me ahorraré comentarios típicos de mi, jugando con el lenguaje y la construcción de esa frase.


Volvamos al momento en que Hyde vuelve a ser Jekyll. Su conversación se va reduciendo a monosílabos y contestaciones mucho más espaciadas en el tiempo, mientras escuchamos música que él me comparte. Hasta que llegó un momento que ya no me volvió a contestar. 

Darte cuenta de que llevas hablando sola 20 minutos y que la otra persona se ha esfumado hace tiempo.... priceless....
Sentirte como una imbécil, a la 1 de la mañana, mientras parpadeas tratando de justificar esa despedida a la francesa.... priceless too...

Me despedí con un mensaje, que ni siquiera sé si verá, pero da igual, yo no tengo por qué largarme sin despedirme aún cuando me acaban de hacer lo propio a mi. Me metí en la cama y volví a concluir que no tengo por qué aguantar esto, y que debería mandarlo a comer pasto de una vez. El problema es que, al despertar al día siguiente, me entra un arrebato de comprensión inusitada que acaba por convencerme con su argumento supuestamente lógico: tal vez se quedó sin conexión... ¿a quién no le ha pasado eso alguna vez?... a mi misma me ha pasado unas cuantas veces y no ha habido manera de advertir a la otra persona de que te quedaste sin señal de internet.... *suspiro*.... al final yo misma acabaré siendo otra Jekyll y Hyde de la vida. Por la noche pienso una cosa y al despertar, pienso otra distinta....

¿Por qué carajo hago eso?
¿Por qué estoy aguantando esto?

En fin, menos mal que tengo todo el fin de semana para coger fuerzas, porque el lunes, pienso poner las cartas sobre la mesa. No voy a dejar pasar esto, esta vez no. Esperaré a que él mencione el asunto por si se diera el caso de que se disculpa o me da una explicación. Pero si eso no sucede, yo preguntaré qué es lo que pasó y esperaré una explicación que me satisfaga realmente, porque si titubea o me da cualquier excusa infumable, me voy a poner seria de verdad. No me gustan las faltas de respeto, y considero que despedirse a la francesa y dejarte hablando sola sin motivo justificable, es una falta de respeto hacia la otra persona. Eso, como mínimo. Y que me falten al respeto, en mi cara, es algo que no voy a permitir. Me da lo mismo si se lía la de Troya, pero las cosas así no son.


P.D: Soy consciente de que en realidad, el lado "normal" del doctor Jekyll, era Henry Jekyll, y el lado monstruoso, era el señor Edward Hyde. Aunque yo haya dado la vuelta a los nombres, el concepto es el mismo, un lado "normal" y otro monstruoso, que es el opuesto por definición. Si uno es Jekyll, el otro es Hyde, aunque sus personalidades las haya tomado al revés de lo que corresponde.....
Espero que esta aclaración no haya enredado más todavía las cosas xD

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahhhh! bueno , esto es complicado y complejo...I wish I knew to said , but I don't have a clue LOL! the best my dear
mgs

Malena dijo...

Complicado y complejo, eso es.

Cariños mon amie!