jueves, 28 de febrero de 2013

Dadaísmo, prendimiento involuntario y Jekyll y Hyde

Hace un día de perros en Madrid. Hoy ha vuelto a amanecer nevando y yo queriendo salir con la bici... debo de estar loca. Aunque eso es algo que ya sabíamos y no debería sorprendernos a estas alturas.
Estoy helada de frío. Mientras tecleo, hago pausas para calentarme las manos con mi termo azul de rosas barrocas relleno de rooibos.

Mmmmm calentito... 
qué agusto...


No esperes mucha coherencia en lo que escribo hoy, en realidad me he puesto a escribir al estilo dadaísta, vomitando palabras simplemente. Será que últimamente el surrealismo está tan presente a mi alrededor que me he acabado acostumbrando a ello.
Suspiro. 
Doy un trago. 
Medito bien cuál de las situaciones surrealistas voy a dejar salir a la luz. 

Tengo que sopesar bien los contras de destapar a los Jekyll y Hyde de mi vida, porque estoy segura de que ventajas, no tiene ninguna.

Hago una pausa para encender un cono de incienso de cannabis, que todavía conservaba de la época en la que me hice la rasta en el pelo y hacía cosas extrañas... bueno... ¿y cuándo he dejado de hacerlas? me pregunto yo retóricamente. Estoy tan concentrada en mis pensamientos, que sin querer, me quemo la uña al prender el cono con el mechero.

Testimonio gráfico


Huele horrible, a cuerno quemado que diría mi madre. Me río desenfrenadamente por lo absurdo de la situación. Esta vez, no le voy a echar la culpa al incienso de cannabis, porque todavía ni lo había encendido. Esta vez voy a asumir que la empanada mental ya la traía yo de antes.

Repuesta de la pérdida de mi estructura keratinosa y sin poder dejar de reírme (esta vez no estoy tan segura de que no sea efecto del incienso cannábico), retomo el no-guión de lo que estaba escribiendo.

Los Jekyll y Hyde... eso, sí. Decía que no estoy tan segura de querer exponerlos así, tan públicamente, porque en el fondo me enternecen las personas con doble personalidad, "bipolares" y con cambios de humor repentinos. Después de todo, todos hemos sido Jekyll y Hyde en algún momento, consciente o inconscientemente, pero quien esté libre de haber tenido un cambio de humor inexplicable, que tire la primera piedra. No seré yo la que empiece. 
En el fondo los entiendo. Uno no sabe ni qué carajo quiere, o tuvo un mal día y todo le cae como el culo, o simplemente es esclava de las hormonas conspiradoras que toman el control de ti misma para joderte la vida. Y de repente, una hace una cagada, que ni siquiera sabe por qué está haciendo, y todo lo que estaba bien ayer, hoy está mal. Todo lo blanco, es negro ahora. Hace un momento era que , pero ahora es que no... ¿y quién carajo va a entender eso?... ni uno mismo lo entiende... por eso los comprendo, pobrecitos. 
Ahora, que el premio mayor, es para las personas que tienen que sufrir esos cambios de humor. Ellos están ahí, mirándote con los ojos como platos, con la boca abierta, procesando tu arrebato de contradicción y reprimiéndose para soltar un gran:


Esas personas cuya paciencia infinita les santifica. Esas personas que no te mandan a comer pasto cuando ayer eras todo simpatía y buen rollo y hoy respondes a un "hola" con un "ya veo que no te apetece hablar, me voy" y se van por donde han venido como si nada (hecho verídico, lo juro).

Paciencia, esa es la clave. Creo que voy a necesitar una buena dosis para bregar con mis Jekyll y Hyde. En especial con uno. Tiene unos cambios de humor tan desconcertantes, que no sé si voy a poder lidiar con eso. Anoche me fui a la cama con la decisión tomada de que no merece la pena el esfuerzo que tengo que hacer para aguantar esas situaciones, pero esta mañana lo he visto todo desde otra perspectiva. ¿Merece la pena realmente?, todos tenemos días malos, ¿De verdad quiero mandar a pastar a alguien porque ha tenido un comportamiento inexplicable, aún sabiendo que no pasaba por uno de sus mejores momentos? 
La situación era muy clara anoche, tal vez porque me sentí dolida y pensaba que no me merecía aquello y que no tenía por qué aguantarlo.

Pausa para pensar

Voy a reproducir parte de la conversación, venga, va... con ejemplos todo es más didáctico siempre:
Yo -¿Qué tal el día?
Jekyll -Bah
-Un mal día?
-No, solo bah
-... ah....
-Bueno, me voy, no te molesto, hablamos
-....¿?...... estás enfadado por algo?
-No... tu?
-Yo? qué va
-Pues todo ok

10 minutos de silencio en los que intento comprender qué carajo le pasa y qué carajo voy a decir para no empeorar la situación

-No tienes muchas ganas de hablar hoy
-Parece que tu tampoco, así que no molesto
-.........¿?¿?.......... si he dicho o hecho algo que te ha molestado, me gustaría saberlo
-No... no has hecho nada
-Entonces?
-No sé... como tu tampoco hablas, pues yo no hablo. No quiero hablarte por si estorbo, solo eso

Pausa para morderme la lengua en vez de decir: en serio, tío, que es esto, el patio de la guardería y tu tienes 3 años, o qué coño...¿?

Respiro hondo y lo dejo pasar. Saco cualquier tema de conversación y acabo hablando yo sola y Jekyll respondiendo con monosílabos....
Me dices que no tengo ganas de hablar y la única que está sacando conversación soy yo y tu sólo respondes si o no....

EN SERIO

ARE YOU FUCKING KIDDING ME???


Anoche no estaba yo muy repleta de paciencia que digamos, así que a la tercera vez que me sentí desbordada, y a la segunda que anunció que se iba, dije que respetaba su decisión, le deseé buenas noches con un hasta mañana, y di por finalizada la conversación. Me fui a la cama convencida de que no iba a poder lidiar con ese repentino e inexplicable cambio de humor, y sin entender una mierda de nada, porque el día anterior la conversación fue tan normal. 
Creo que en estos momentos no tengo la suficiente fuerza para pasar por esto, de verdad. Me supera. Me sobrepasa sentir que haga lo que haga, voy a hacerlo mal y encima me voy a sentir culpable por algo que no es culpa mía. Y por eso si que no quiero pasar.

En fin. Ya veremos lo que pasa la próxima vez que hablemos. Se admiten apuestas. Y si alguien tiene la más mínima idea de qué carajo pasa con Jekyll, que me lo diga, se lo agradeceré con una invitación a un café.

4 comentarios:

GzJosé dijo...

Sinceramente no tengo idea de qué le puede ocurrir a 'Jekyll', pero admiro tu paciencia ante estos casos, yo normalmente apenas percibo que la respuestas se tornan monosílabas termino la conversación; no me gusta tener que hacer un (por decirlo de una forma bonita) "esfuerzo no correspondido", aunque es mi opinión, no lo juzgo a él, ya que no soy consciente de que lo que le esté ocurriendo...

Óscar Sejas dijo...

Es extraño...pero la paciencia tiene límites. Creo que las personas deberían aprender a pagar menos sus miserias con los demás.

Besos

Malena dijo...

Hola José!
Siempre es un gusto tenerte por aquí ^^.
Mi paciencia es admirable? bueno, supongo que depende de las circunstancias, porque a veces si me gustaría tener más xD. De cualquier modo te agradezco tu aportación para intentar arrojar luz en este peliagudo caso de doble personalidad :). Creo que te debo un café ;)

Malena dijo...

Querido señor Oski, todo en este cochino mundo tiene límites... todo excepto la estupidez humana (gran frase).
Y si, coincido con usted en lo de pagar menos las miserias con los demás. ¿Se quedará en utopía?... qué pensaría Iker Jiménez...

Creo que le debo otro café, con donuts si es posible... a la mierda la dieta.

Kisses