domingo, 21 de febrero de 2010

~Candilejas~





Charles Chaplin siempre será para mi uno de los más grandes genios del cine del siglo XX. Absoluta admiración es lo que profeso por Chaplin, tanto es así, que con 12 años me mandaron un trabajo en la escuela "personaje que admiro y por qué" y yo elegí a Chaplin. No creo que muchas niñas de esa edad, en aquellos tiempos, hubieran elegido el personaje que yo elegí, de hecho fuí la única en todo el colegio para asombro de mis profesores. Supongo que siempre fui una niña "poco común" y sorprendía que me apasionara el cine a una edad en la que las demás niñas aún jugaban con muñecas (ojo que yo también jugaba con muñecas a esa edad, pero tenía además otras inquietudes).

Nunca agradeceré lo suficiente haber tenido un hermano mayor apasionado del cine, porque gracias a él aprendí a amar el cine (aparte de otras muchísimas cosas).
Explicar por qué amo el cine es tan sencillo como decir que el cine me salvó la vida. Si, así es, me salvó la vida cada vez que el mundo me asfixiaba, que mi infancia se pudría vertiginosamente, me salvó de dejar de creer en los sueños, me salvó de anestesiar mi imaginación...
No tengo muchos recuerdos felices de mi infancia, pero de entre los pocos que el tiempo aún no ha diluido, siempre aparece alguno ligado al cine. Por eso siempre lo amaré.


Justamente anoche tuve un gran momento cinéfilo para recordar. Me costaba bastante dormir por diversos motivos, así que me puse a ver la televisión. Eran las 12 de la noche aproximadamente y no esperaba encontrar nada interesante en la televisión. Pero en Telemadrid estaban echando un programa de cine en blanco y negro, y la película que iban a proyectar era Candilejas. Eso me bastó para no despegarme de la pantalla hasta que terminó el posterior debate cinéfilo con Jose Luis Garci y varias personas más, bien entrada la madrugada.
Y esto salvó mi noche... una vez más, Chaplin me salvó. Después, pude conciliar el sueño sin problema.
Pero volvamos a la película. Candilejas es una de esas películas que uno debería ver al menos una vez en la vida. Es una joya atemporal, que Chaplin inmortalizó para la eternidad. A mi me sobrecoge la pasmosa facilidad que tiene para pasar de la risa al llanto, de la melancolía a la carcajada. Y, sobre todo, me seguirá sobrecogiendo por una cosa: da igual la cantidad de veces que la haya visto; siempre consigue emocionarme en el mismo exacto fotograma.
No hay muchas películas que puedan conseguir lo mismo.
Si aún alguien no la ha visto, que considere la posibilidad. No le defraudará. Yo poca cosa más puedo decir, salvo comentar el argumento:
"Un payaso de edad madura salva del suicidio a una joven bailarina a la que cuida, enseñándole todo lo que él sabe sobre el mundo del teatro, intentando que triunfe en su profesión. A él, sin embargo, le seguirán calificando de "acabado"... Último y melancólico film americano de Chaplin, que cuenta con la aparición juntos de la pareja de cómicos más grande de la historia del cine: Chaplin y Keaton. Como nota anecdótica, ganó el Oscar a mejor la banda sonora en la ceremonia de 1973, pues el film no se estrenó en Los Angeles hasta 1972"


Dejando aparte mi opinión personal sobre la forma en que Estados Unidos trató a Charles Chaplin en los últimos años de su vida, me consuela ver que años más tarde le llegaría el reconocimiento (aunque no como debería haber sido, pero si lo dejaban pasar habría sido una de las mayores injusticias de la academia de cine).
Hoy voy a dejar dos vídeos: uno con un montaje de imágenes del filme y su oscarizado tema; y otro con el momento en que Chaplin, ya anciano, regresa a Estados Unidos para recoger el Oscar honorífico.





(pincha en el título)




Siempre lloro cuando lo veo. Genial despedida de Chaplin, al realizar por última vez un gag cómico con sus inseparables sombrero y bastón.

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