2. Lo primero y más importante fue la operación de cataratas de mi padre. Fueron 6 horas en la sala de espera que no le deseo a nadie, pero Gracias a Dios, todo salió bien. También fuimos a la revisión post operatoria un mes después y el oftalmólogo nos dio las mejores noticias posibles: mi padre recuperó el 100% de la visión en su ojo izquierdo. Tan bien le va que ya no necesita gafas, ve mejor incluso que todos nosotros con gafas. No puedo alegrarme más por ello. Queda pendiente la operación del otro ojo para Navidades más o menos.
3. En este tiempo de ausencia me ha tocado ser testigo, dentro de mi círculo social, de dos rupturas amorosas que nadie se esperaba. La primera por una pareja que llevaba 11 años de relación, y la segunda nada menos que 14 años. El shock inicial nos dejó fríos a más de uno, pero una vez superado, no te queda más que asumir que la vida es así y que estas cosas suceden. Es duro, no lo vamos a negar, son muchos años de vida junto a alguien, pero no puedes hacer otra cosa más que dar apoyo a los damnificados. Además, como espectadora, ver esa situación te da bastantes horas para reflexionar contigo misma y sacar alguna lección, y alguna incluso positiva, de todo ello.
4. En general, he tenido muchos y variados momentos de reflexión profunda. Sobre lo aprendido y superado y lo que es tiempo ya también de superar. Sobre el paso implacable del tiempo y lo fugaz de la vida. Sobre el amor, lo que he sufrido hasta que llegó y lo que reconforta cuando lo encontré por fin. Sobre el camino andado y la batalla contra la cruel pregunta "¿Qué has hecho con tu vida?" y la no menos cruel "¿Qué vas a hacer a estas alturas ya para lograr lo que te falta por conseguir?". Como ves, he tenido la mente bastante ocupada...
5. Encontré por Facebook a viejos amigos a quienes había perdido la pista muchos años atrás, algunos incluso desde la primaria. Todavía no me atrevo a decirles "Ey, ¿te acuerdas de mi?... fueron buenos tiempos". Y la verdad es que no sé si quiero dar ese paso en el fondo o simplemente dejar las cosas como están, cada uno con sus vidas, y lo que fue, dejarlo allí donde debe estar. Confieso que el impacto de algunos casos fue grande. Creo que me di cuenta de repente que habían pasado 25 años en todas aquellas caras que yo seguía recordando con 8 y 9 años. Y la impresión que me causó caer en la cuenta de que esos mismos 25 años también habían pasado para mi, fue peor si cabe. Tuve una imagen tan clara de mi Yo con 8 años mirando con cara de susto a mi Yo con 34 años y viceversa, que todavía se me encoge el estómago si pienso demasiado en ello...
6. Me he dado cuenta de que tengo una gran batalla que se libra dentro de mi. Por un lado necesito avanzar a la siguiente etapa de mi vida y por el otro tengo tal pánico, que intenta autosabotearme y aterrorizarme para obligarme a permanecer donde estoy, en la zona de confort. A ver, es decir, me gusta donde estoy y tiene sus cosas buenas, pero han pasado demasiados años ya estando en este mismo lugar y necesito seguir adelante y pasar a la nueva etapa de vida que corresponde. Y es vital que lo haga, sobre todo por mi misma. No puedo estar viviendo una vida condicionada a los demás, porque se que luego me arrepentiré y me preguntaré ¿Que narices he hecho con mi vida?. Necesito dar ese salto al vacío porque tengo que vivir por y para mi misma... o sino nada tendrá sentido. Pero como sucede en todos los saltos, la peor parte es justo la anterior al salto mismo, donde todo se ve tan desproporcionado y peligroso que dudas de si deberías hacerlo o volverte por donde has venido.
7. La ansiedad volvió en algunos momentos puntuales. Sobre todo le encantan esos momentos en los que la desesperación me dobla las rodillas y caigo al suelo jadeante a causa del enorme desgaste que me producen las cosas que quiero cambiar y no puedo. Como por ejemplo mi situación económica-laboral. Sé que las consecuencias son severas a mis 34 años, que quiero y necesito encontrar un trabajo desesperadamente, pero la situación del país, mi escueto currículum y sobre todo mi edad, son grandes trabas que no puedo superar y eso me consume de amargura y desesperación.
8. Tuve otro episodio dental para el recuerdo que me llevó a una endodoncia inesperada. Malos recuerdos, malos, malos...
9. En Julio, A y yo cumplimos nuestro primer año juntos. El modesto viaje que planeé para celebrar nuestro aniversario, fue fantástico. Sobre todo teniendo en cuenta que nuestra situación no es para tirar cohetes, pero los días que invertí revisando y revisando el plan y adecuando cada detalle y circunstancia a nuestro bolsillo, merecieron la pena. Fue un aniversario sencillo pero lleno de amor, que es lo realmente importante. Además me lo curré muchísimo y en esta ocasión si está bien que lo diga yo, porque le hice un regalo totalmente personalizado y artesanal. Invertí muchas horas fabricando nuestro propio "Adventure book" (si has visto la película de dibujos "Up" de Disney, sabes a lo que me refiero), diseñándolo, escribiéndolo y decorándolo, y eso en mi caso es un total triunfo porque soy nula para el dibujo y mi nivel creativo ha bajado tanto que se ha equilibrado al de una patata. Al momento de dárselo estaba tan nerviosa que me costó controlar los temblores traicioneros, pero después cuando lo abrió y lo fue leyendo con mi cabeza apoyada en su hombro, todas esas pegas se hicieron tan pequeñas que desaparecieron. Fue realmente bonito y emocionante. Y eso sólo fue el principio de este magnífico primer aniversario. Lo que no fue tan magnífico es la despedida y la vuelta a casa. Cada día me cuesta más la separación y la distancia se me hace más pesada...
10. Durante este tiempo no he llevado nada al día lo de escuchar música, ver películas, ni series. Tampoco lo de leer, aunque estoy haciendo un gran esfuerzo por terminar la biografía de Steve Jobs que me prestó A. Voy fatal con el reto de los 12 libros en un año, lo sé, pero como soy una masoca optimista o una optimista masoca, todavía no me doy por vencida. Incluso le estoy echando el ojo por ahí a más retos que me parecen interesantes...
11. Una de las cosas que más me alegra que hayan sucedido, es la superación de una estúpida e irracional barrera que me impedía apreciar como es debido la relación con una de las personas más importantes de mi vida. Ella se merece todo lo mejor del mundo y así debe ser.
12. Me he dado cuenta de que he crecido tanto interiormente, que en ocasiones hasta yo me sorprendo. Y no sólo cambió mi forma de pensar y de afrontar las cosas, sino también mi actitud. Y gran parte de la culpa de ese cambio la tienen todas las cosas que me han enriquecido y han enriquecido mi vida. Y hablando de cosas que enriquecen, es increíble cómo el amor puede cambiarte la vida, e incluso dártela absolutamente. Y no me refiero únicamente al amor de pareja, sino al amor en general que es todavía mucho más completo y enriquecedor.
Es curioso cómo ciertas personas necesitan amor para florecer con todo su esplendor, yo siempre he sabido que era una de ellas, pero es tan emocionante darse cuenta de ello... confirmar que nunca estuviste equivocada... que el amor es la única causa noble, el origen de todo, la cura para todo y la única salvación... que comprendes que la paz que te da, merece ser alcanzada sea como fuere.
13. Tengo intención de continuar escribiendo algunos posts antes de irme de viaje a ver a A a finales de mes. Pronto será su cumpleaños y me gustaría celebrárselo, aunque él no es mucho de celebrar su cumpleaños, pero eso es algo que debe cambiar y no pararé hasta conseguirlo.
Así que ahora que he retomado mi ritmo de blogger, aprovecharé para continuar escribiendo posts en estas semanas...
Sienta bien sentirse de vuelta :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario