Este último mes ha sido duro. Las circunstancias personales me han sepultado bajo un espeso manto de amargura y ha habido momentos en los que lo he pasado realmente mal. No era capaz de encontrarle sentido a nada, no veía salida ni motivos para seguir. Había caído en un agujero oscuro y profundo y era consciente de ello en todo momento. Quizá por eso mi furiosa lucha por salir de él, porque me aterra la oscuridad, el vacío, la nada... pero olvidé que con estos agujeros negros, pasa lo mismo que con las arenas movedizas, una vez que has caído en ellas, cuanto mayor sea tu empeño en alcanzar la orilla nadando furiosamente, más rápido te hundes. Me olvidé que hay que respirar hondo y conservar la calma. Bueno, ya sabemos que no soporto bien la presión y que estoy bastante debilitada física, anímica y espiritualmente, por eso acabé donde acabé, por eso me tragaron las arenas movedizas.
Como me dijo una amiga "lo bueno de tocar fondo, es que ya no puedes ir más abajo. Sólo te queda ir hacía arriba". No voy a decir que haya superado este bache porque siento que todavía estoy emergiendo hacia la superficie, pero sé que lo peor ya ha pasado.
Lástima no haber encontrado antes este cartelito... me habría ayudado bastante... u-_-
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