Seguidamente encontrarás la resolución a las adivinanzas con el título de la obra a la que pertenecen y el autor. Muchas gracias a los participantes :D
1."-¿Y qué os ocurre, milord?
-Todo está perdido - exclamó Buckingham, volviéndose pálido como un muerto ; dos de estos herretes faltan, no hay más que diez.
-Milord, ¿los ha perdido o cree que se los han robado?
-Me los han robado - repuso el duque-. Y es el cardenal quien ha dado el golpe. Mirad, las cintas que los sostenían han sido cortadas con tijeras.
-Si milord pudiera sospechar quién ha cometido el robo... Quizá esa persona los tenga aún en sus manos.
-¡Esperad, esperad! - exclamó el duque-. La única vez que me he puesto estos herretes fue en el baile del rey, hace ocho días, en Windsor. La condesa de Winter, con quien estaba enfadado, se me acercó durante ese baile. Aquella reconciliación era una venganza de mujer celosa. Desde ese día no la he vuelto a ver. Esa mujer es un agente del cardenal.
-¡Pero los tiene entonces en todo el mundo!
-¡Oh, sí sí! - dijo Buckingham, apretando los dientes de cólera-. Sí, es un luchador terrible. Pero, no obstante, ¿cuándo ha de tener lugar ese baile?
-El próximo lunes.
-¡El próximo lunes! Todavía cinco días; es más tiempo del que necesitamos".
D' Artagnan y los tres mosqueteros - Alejandro Dumas
2. "Aquella noche llegué al fatal cruce de caminos. Si me hubiera enfrentado con mi descubrimiento con un espíritu más noble, si me hubiera arriesgado al experimento impulsado por aspiraciones piadosas o generosas todo habría sido distinto, y de esas agonías de nacimiento y muerte habría surgido un ángel y no un demonio. Aquella poción no tenía poder discriminatorio. No era diabólica ni divina. Sólo abría las puertas de una prisión y, como los cautivos de Philippi, el que estaba encerrado huía al exterior. Bajo su influencia mi virtud se adormecía, mientras que mi perfidia, mantenida alerta por mi ambición, aprovechaba rápidamente la oportunidad y lo que afloraba a la superficie era Edward Hyde, y así, aunque yo ahora tenía dos personalidades con sus respectivas apariencias, una estaba formada integralmente por el mal, mientras que la otra continuaba siendo Henry Jekyll, ese compuesto incongruente de cuya reforma y mejora yo desesperaba hacía mucho tiempo. El paso que había dado era, pues, decididamente a favor de lo peor que había en mí".
Doctor Jeckyll y Mister Hyde - Robert Louis Stevenson
3. "Entonces, ¿cómo podríamos comenzar nuestra lucha para destruirle? ¿Cómo podemos descubrir dónde está, y, si lo encontramos, cómo destruirle?
Queridos amigos, la empresa que vamos a emprender es demasiado terrible y puede traer consecuencias que harían temblar al más valiente. Porque si perdemos en nuestro empeño, significa que, ha ganado él, y , entonces, ¿qué final nos espera?
¡La vida no es tan importante para mí y no me importa perderla! Pero el fracaso no es sólo un asunto de vida o muerte. Sino que nos volveríamos como él; que nos convertiríamos en seres horribles de la noche, como él, sin corazón ni consciencia, haciendo presa en los cuerpos y en las almas de aquellos a los que más queremos. Se nos cerrarían para siempre las puertas del cielo, porque ¿quién nos las iba a abrir de nuevo? Seguiríamos siendo aborrecidos por todos, como una mancha en el brillo del rostro de Dios; una flecha clavada en el costado de Él que murió por el hombre. Pero estamos frente a frente con nuestro deber, ¿podemos en este caso abandonar? Por mi parte, digo que no, pero soy viejo, y la vida, con su sol, sus lugares agradables, con el canto de los pájaros, la música y el amor, ha quedado un poco atrás. Pero vosotros sois jóvenes. Algunos habéis visto grandes penas, pero todavía quedan días hermosos en vuestro futuro".
Drácula - Bram Stoker
4. "–Tengo echado el ojo a unas habitaciones en Baker Street –dijo–, que nos vendrían de perlas. Espero que no le repugne el olor a tabaco fuerte.
–No gasto otro –repuse.
–Hasta ahí vamos bastante bien. Suelo trastear con sustancias químicas y de vez en cuanto realizo algún experimento. ¿Le importa?
–En absoluto.
–Veamos..., cuáles son mis otros inconvenientes. De tarde en tarde me pongo melancólico y no despego los labios durante días. No lo atribuya usted nunca a mal humor o resentimiento. Déjeme sencillamente a mi aire y verá qué pronto me enderezo. En fin, ¿qué tiene usted a su vez que confesarme? Es aconsejable que dos individuos estén impuestos sobre sus peores aspectos antes de que se decidan a vivir juntos.
Me hizo reír semejante interrogatorio. –Soy dueño de un cachorrito –dije–, y desapruebo los estrépitos porque mis nervios están destrozados... y me levanto a las horas más inesperadas y me declaro, en fin, perezoso en extremo. Guardo otra serie de vicios para los momentos de euforia, aunque los enumerados ocupan a la sazón un lugar preeminente.
–¿Entra para usted el violín en la categoría de lo estrepitoso? –me preguntó muy alarmado.
–Según quién lo toque –repuse–. Un violín bien tratado es un regalo de los dioses, un violín en manos poco diestras...
–Magnífico –concluyó con una risa alegre–. Creo que puede considerarse el trato zanjado..., siempre y cuando dé usted el visto bueno a las habitaciones.
–¿Cuándo podemos visitarlas?
–Venga usted a recogerme mañana a mediodía; saldremos después juntos y quedará todo arreglado.
–De acuerdo, a las doce en punto –repuse estrechándole la mano.
Lo dejamos enzarzado con sus productos químicos y juntos fuimos caminando hacia el hotel.
–Por cierto –pregunté de pronto, deteniendo la marcha y dirigiéndome a Stamford–, ¿cómo demonios ha caído en la cuenta de que venía yo de Afganistán?
Sobre el rostro de mi compañero se insinuó una enigmática sonrisa.
–He ahí una peculiaridad de nuestro hombre –dijo–. Es mucha la gente a la que intriga esa facultad suya de adivinar las cosas.
–¡Caramba! ¿Se trata de un misterio? –exclamé frotándome las manos–. Esto empieza a ponerse interesante. Realmente, le agradezco infinito su presentación... Como reza el dicho, «no hay objeto de estudio más digno del hombre que el hombre mismo».
–Aplíquese entonces a la tarea de estudiar a su amigo –dijo Stamford a modo de despedida–. Aunque no le arriendo la ganancia. Verá como acaba sabiendo él mucho más de usted, que usted de él ... Adiós.
–Adiós –repuse, y proseguí sin prisas mi camino hacia el hotel, no poco intrigado por el individuo que acababa de conocer"
Estudio en escarlata - Arthur Conan Doyle
5. "Me conformo con sufrir solo mientras duren mis sufrimientos; me satisface que cuando muera, mi memoria estará cargada de odio y oprobio. Alguna vez los sueños de virtud, de fama y de alegría serenaron mi fantasía. Alguna vez fantasee con conocer seres que, perdonando mi apariencia externa, me amarían por excelentes cualidades que yo era capaz de revelar. Me nutría de grandes ideas de honor y devoción. Pero ahora el crimen me ha degradado situándome por debajo del animal más despreciable. No puede haber culpa, maldad ni desgracia comparables a la mía. Cuando recorro el catálogo de mis pecados, no puedo creer que yo sea la misma criatura cuyas ideas estuvieron alguna vez pobladas de trascendentes y sublimes imágenes de belleza y de majestuosa bondad. Pero así es: el ángel caído se ha convertido en un diablo malvado; pero hasta ese enemigo de Dios y del hombre tenía enemigos y compañeros en su desolación. Yo, en cambio, estoy solo".
Frankenstein - Mary Shelley
2 comentarios:
Comence a leer la coleccion de Conan Doyle para ver en cual libro esta la frase!...friki y ratón de biblioteca
:)
saludos
mgs
:D
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