Sigo estando jodida

Hago una brevísima pausa en mi convalecencia, y antes de ir por enésima vez a la clínica, he querido pasar por aquí para agradecer los mensajes que me habéis mandado por distintas vías en estas últimas semanas. Muchas gracias a todos, de verdad.

Llevo enferma casi tres semanas. No de la misma cosa, porque ha sido una sucesión encadenada de problemas de salud. Comencé con el estómago y el costado, y continué con la rigidez de cuello (única cosa que no me ha vuelto a dar problemas). Lo del estómago estuvo complicado, casi cuando estaba reponiéndome, los efectos secundarios del antibiótico me provocaron una inflamación del intestino y añadieron una diarrea al cóctel de síntomas. Por otro lado, el medicamento Espidifen, también me provocó efectos secundarios, algunos más preocupantes que otros, como la visión borrosa y los mareos. Pero en cualquier caso siguieron castigando mi debilitado cuerpo que se iba resintiendo cada vez más.
Un par de días más tarde, apareció el resfriado, y cuando pensé que ya no podía ir a peor, me tocó el gordo con la amigdalitis. Hoy vuelvo a la clínica porque ya tengo la garganta tan inflamada que apenas puedo tragar y el termómetro me avisa que tengo una ligera fiebre. Han sido casi tres semanas totalmente horribles que me han tenido secuestrada entre mi cama y el cuarto de baño. Y no puedo decir que esté mejor, ni tampoco que esté bien, porque aparte de la amigdalitis, el dolor en el costado, detrás de las costillas, nunca desapareció. Ha variado en intensidad, pero no ha desaparecido todavía. Y ya estoy completamente agotada de sentir dolor así que he pedido cita con la doctora.


Y claro, con este panorama, no se me ha ocurrido comenzar el tratamiento con el hierro, porque de efectos secundarios y molestias gástricas, ya estaba más que servida. Puede que tal vez sea masoca, pero no soy gilipollas, y prefiero ponerme bien antes que seguir machacando mi cuerpo. Aunque eso también tiene su riesgo, porque mi cuerpo está más débil cada vez y yo sigo sin comenzar el tratamiento contra la anemia.

En fin, todo un panorama alentador para los días anteriores a mi 32 cumpleaños. Realmente, no tengo ganas de nada. Sin embargo he querido pasar por aquí para agradeceros vuestra preocupación y vuestro afecto, que en estos momentos, os agradezco todavía más.