Creí que ya nada podría salvar este fin de semana, pero en el último momento, las cosas han cambiado. Una tarde soleada, un agradable paseo, una agradable compañía, una visita a la casa donde moran los libros y al hombre que vende poesias y además una visita al dunkin' donuts. Se puede pedir algo más para redondear un domingo?.
Gracias Oscar, por haber salvado mi desastroso fin de semana en el último momento y por haberme invitado. Ya sabes, la próxima pago yo ;).
¡La terapia donkin vuelve a la carga!
ResponderEliminarHa sido un verdadero placer compartir contigo esos pequeños momentos redondos. Ya sabes, se repetirá cuando haga falta jajaja.
Lo dicho que ha sido un placer y que gracias por las risas.
Hacian falta ya.
Un abrazo enorme
me alegra muuuuucho verte de vuelta!!!
ResponderEliminarun beso bien grande :*