domingo, 23 de diciembre de 2012

Random post del fin del mundo... estuvo bastante cerca

I. El último mes del año, comenzó de puta pena para mi familia. Dos muertes seguidas son difíciles de digerir, sobre todo si apreciabas a las dos personas fallecidas. Honestamente, no he tenido ganas de nada, mi ánimo no ha sido el mejor del mundo. Arrastraba tanto dolor, y retenía tanta hiel dentro de mi, que sin tener ninguna intención de ello, he puesto muchas cosas y a muchas personas al límite. He empezado discusiones estúpidas, por cosas estúpidas con gente que también lo estaba pasando mal como yo, y después de la última bronca absurda con mi padre, me di cuenta de que había tocado fondo. No estoy dispuesta a echar sobre mi conciencia el hacer daño a alguien solamente porque yo estoy revolcándome en la mierda y no puedo salir de ella. Me niego en rotundo.
De modo que sí, lo admito, he tocado fondo. Me he hundido en la oscuridad. He perdido el control y he dejado que la aflicción me domine y en ese estado, lo mejor y más sabio que se puede hacer, es retirarse a un lado, vomitarlo todo, sufrir una catarsis, salir renovada y esperar que eso te devuelva al camino.
Enfadada con el mundo, irritable, irascible y muy resentida, decidí alejarme todo este tiempo por el bien de los demás y por el mío propio.

II. Las previsiones para estas navidades, han sido desastrosas. Inicialmente por la falta de dos familiares, ya no serán felices navidades para ninguno. Precisamente por eso no me apetece que me feliciten las fiestas ni tampoco felicitarlas yo, sería demasiado falso y forzado y no trago con eso.
Aparte de esto, la puerta de nuestro garaje dijo que 16 años eran suficientes y se tomó la jubilación  Lo hizo en mal momento, pero así son las cosas, se rompen por el uso y no hay más vueltas que darle. Aún así, acabamos dando gracias de que no hirió gravemente a nadie en su desplome, porque mi padre estaba justo debajo. Afortunadamente la cosa se quedó en un golpecito leve en la cabeza. Recuperados del gran susto inicial y al ver que no había sangre ni brecha en su cabeza, vino la mala noticia: la paga de navidad se nos iba íntegra para una puerta nueva. En fin, que las Navidades nos las íbamos a pasar a sopitas de pan duro.
Cuando ya lo teníamos asumido, ocurrió el milagro de Navidad. Los dos únicos decimos que han jugado mi padre y mi hermano este año a la lotería de Navidad, han sido premiados. Lo suficiente como para pagar el 70% de esa puerta de garaje nueva y darnos un pequeño respiro. Para mi, está muy claro que éste ha sido el milagro navideño que menos esperaba. Gracias a quien haya tenido la "culpa" de ello.

III. Hemos sobrevivido al 21 de diciembre y al fin del mundo, aunque me cuesta decidir si eso es bueno o malo, porque el mundo seguirá tan jodido como estaba.

IV. Echo de menos a Mi Jordi y a la Señorita Mona (aparte de otras muchas personas).

V. Cuando aquella noche, sentados en aquel banco del parque viendo las estrellas, te dije aquello de: "Hay personas que llegan a tu vida para enriquecerla y después se marchan, hay que dejarlas fluir" no imaginé qué pronto se iba a cumplir aquello contigo. No te guardo rencor, de verdad que no, ni siquiera cuando rayaste la grosería y el mal gusto. Como te dije, llegaste para enriquecerme y ahora yo te dejo fluir.

VI. Hay situaciones en la vida que te hacen replantearte tus prioridades y creo que son absolutamente necesarias, porque siempre se acaba perdiendo la perspectiva tarde o temprano, incluso cuando crees que sigues por el mismo camino que siempre.

VII. Han pasado varias semanas, pero sigo sin tener ánimos y no me parece bien hacer las cosas por hacerlas. Soy así de idiota. Pienso que las cosas deben hacerse bien o no hacerse, porque para hacerlas mal, mejor no empezarlas. Y, honestamente, me parece muy poco justo ponerme a contestar correos con 3 frases puntuales, o ponerme a conversar con alguien utilizando monosílabos nada más. Así que prefiero tomarme un largo descanso y retomarlo todo cuando de verdad me apetezca y no por "obligación", porque realmente así no me parece justo para ninguna parte.

VIII. Gracias a todos los que habéis preguntado por el motivo de mi ausencia y no sabíais lo que había ocurrido. Os lo agradezco.

martes, 4 de diciembre de 2012


sábado, 1 de diciembre de 2012